SOLEDADES DE MI PROVINCIA (POESIA)

 

SOLEDADES DE MI PROVINCIA

 

Una tarde de esas

Cual no podía entender,

Iba descubriendo la ternura,

de unas palomas que su compañía,

me llevaban al amanecer.

 

La soledad fue siempre la viajera,

De mis pecados y mentiras,

Las alimentaba a ellas,

Deshojando recuerdos y melancolías.

 

Y ellas me miraban

Y ellas me comprendían,

Porque vivían una vida,

Distinta pero parecida.

 

Y entre Rivadavia e Irigoyen

La plaza se hacia cada vez más mía,

Entre el vuelo de las nubes,

Mis lágrimas se secaban,

Con la mañana fría.

 

Y la teñida de celeste y blanco

Era parte del alma mía,

Mientras escribía mi historia en el cielo,

Se iba esfumando en mis tristezas

Por el amor a mi provincia.

 

Y volvíamos a los recuerdos,

Aquellos viejos,

 de mi Catamarca querida,

estaba solo pero acompañado,

por la soledad de una noche que amanecía.